Acompáñame en mi silencio

viernes, 10 de marzo de 2017

Que poco nos queremos...

Como el tabaco, que sabiendo que es malo, vuelvo a él, una y otra y otra vez... como esa adicción que sabes que no te merece la pena, pero que tanto extrañas.




El silencio es la anestesia que he tenido durante todo este tiempo. Pasó, y vaya que si pasó, me descuidé y volvió a pasar... Yo dije NO y me contestó ¿No me quieres?. La respuesta debería ser otra pregunta ¿Me quieres tu a mi?

En cualquier momento del trayecto se puede parar. Me forzaste y lo recuerdo en cada situación similar, y después de ti vinieron muchos otros, que me recordaban las mismas pretensiones. Nunca llegué a estar cachonda del todo, y lo peor, es que tu lo sabías, que tu lo notabas... Te dije NO, me quitaste el amor. Te dije ¿Es lo único que quieres de mi? Y me castigaste con un silencio que aun me atormenta.

 Me hiciste polvo, no me echaste un polvo.

Por muchas situaciones que merecen mi más sincero feminismo, porque nadie vuelva a sufrir aquellas perturbaciones.