Acompáñame en mi silencio

martes, 19 de agosto de 2014

“Puedes ser lo que quieras, menos gilipollas”

El word se empieza abrir solo. Ya casi por inercia. Es como el beber o el fumar, es necesario llegada la fecha, o el tiempo… o los días.
Me pregunto: ¿Cuándo se me pasará esto de escribir?
Ahora, forma parte de mí, me compongo por cosas que no entiendo. 

A tu depresión, le daría Alzheimer.

Después de esta navidad, le acompaña una cuesta de enero y otro año entero de no saber quién soy, ni qué espero… A los psicólogos nadie les escucha.
Pienso en la muerte, la veo como algo cotidiano y creo que la gente daría unos bonitos discursos, personas que no me dirigen la palabra, se sentirían como el culo por no prestarme la suficiente atención, y mi dramatismo tendría algún sentido.

Lo mínimo si me arrastro es para que me quites el polvo, o me eches uno.