Acompáñame en mi silencio

miércoles, 7 de mayo de 2014

M.

AMiga!, llevaba tiempo sin encontrarte por aquí, llevaba tiempo sin pensar que formabas parte de mi.
Es extraño como te vuelvo a admitir mi desquebrajamiento ante la situación que pensé que no me afectaría en un primer momento, de hecho, no podía imaginar que llegaría y se situaría así en mi vida.
Lo he visto, lo he vuelto a ver, tengo que confesar que en esta ocasión, mi actitud intentaba mostrar indiferencia, pero mi estomago no le daba tiempo a encogerse entre una vez y otra. Vengo aquí a rendir cuentas, para sincerarme en cuanto a las ganas de cogerlo (de hecho, lo hice, de una manera cobarde), para decir lo que pienso, sentimiento a sentimiento (como si de una exposición de arte se tratara y te explicara cada cuadro con cada detalle), mirarle a los ojos, pagar el derecho innegable de poder enfadarme y cerrar de un golpe todo. Estoy aquí, para confesar que no me atrevía a intentar nada porque consideraba que mi belleza no era suficiente para él. Amigo miedo muero por abrazarte, mi gran amiga ansiedad te recuerdo...los cafés que no hemos tomado por la ausencia.