Acompáñame en mi silencio

viernes, 10 de junio de 2016

Mi niña

Mi niña interior es muy graciosilla. Me la imagino siempre creando, dibujando y pintando. Está sola y no le importa. Es muy fuerte. Se ríe mucho de las cosas que piensa, y se cuenta cuentos sola, o a quién sea, aunque no sea. Se hace preguntas rebuscadillas, se pregunta muchas cosas todo el día. Le gusta muchísimo dialogar, pero sabe bien, que no la van a escuchar; ni falta que le hace, para eso estoy yo.
Mi niña interior ha tomado una decisión. Hablar solo conmigo misma.
Ahora, juega a ser una heroína. Luego juega a ser una quejica política. 

Mi niña interior llora mucho muchísimo, sobre todo cuando sabe que he rozado la linea. 
Llora desconsoladamente. A veces nos abrazamos un poco, porque estamos enfadadas por lo que una ha hecho de la otra. No nos hacemos mucho caso. Nos gritamos con rabia por las promesas que cumplimos a medias. Nos llegamos a desafiar por las mentiras que nos decimos. Incluso nos llegamos a agredir. Guardamos silencio interno, como si de algo importante se tratase. 

La niña que hay en mi, es rebelde y muy valiente. Tiene pasión por las pequeñas cosas y admira a las grandes personas del día a día. No quiere, ni sabe ser una princesa. No quiere, ni sabe pedir ayuda. No quiere, ni sabe establecer confianza. Nos miramos mucho al espejo, conocemos cada cambio de nuestro cuerpo, le damos el espacio y valor necesario. Nos gustan los cambios y aceptamos lo que ha tocado.

Niña interior sonríe.
Ella no tiene ni idea de lo que es el amor, porque ella es amor.