Acompáñame en mi silencio

lunes, 17 de junio de 2013

Comer, rezar y amar.

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—Nunca he conocido a nadie con tanta suerte como tú. Tendrás una larga vida y tendrás muchos amigos, muchas experiencias. Verás el mundo entero. Sólo tienes un problema en la vida. Te preocupas demasiado. Siempre eres demasiado sensible, demasiado nerviosa. Si te prometo que jamás en la vida vas a tener motivo alguno de preocupación, 
¿me creerías?


http://www.prisaediciones.com/uploads/ficheros/libro/primeras-paginas/200906/primeras-paginas-comer-rezar-amar.pdf


[...]

-Lo que no sabes es que yo desaparezco en la persona a la que amo, soy la membrana permeable. Si te quiero, te lo doy todo, mi dinero, mi tiempo, mi cuerpo, mi perro, el dinero de mi perro… Me haré cargo de tus deudas y proyectaré en ti toda clase de cualidades que tú jamás has cultivado. Te daré eso y más, hasta acabar tan agotada y consumida que la única forma de recuperarme sea encapricharme de otro.