"Hay veces que las cosas están mal, que tu entorno está tan negativo que no podemos poner una buena cara, aunque tenemos en cuenta que es lo que deberíamos hacer. Nos permitimos el lujo, de vez en cuando, dentro de la soledad, estar mal, incluso no luchar de forma positiva sino todo lo contrario. Intentamos sobrevivir en un mundo donde pensar que el de al lado está peor, nos reconforta, y mirar al que está bien, nos fastidia, sin poderlo remediar.
Todo está marcado por un antes y un después. De alguna manera estamos sometidos, empujados a ser adultos y es que hay cosas con las que hay que conformarse. Cuando alguien intenta animarnos, pese a las circunstancias, y sabiendo que el impulso del mal día ya es incorregible, es cuando pensamos que en la soledad no se está tan mal, después de todo"